El pescado constituye una excelente fuente de proteínas de muy alta calidad y de fácil digestión, por lo que se convierte en un alimento ideal para niños, adolecentes, embarazadas, lactantes, deportistas y adultos mayores.Su aporte de calorías en relación con otros productos de origen animal, es menor en general.
La grasa de los peces es rica en ácidos grasos omega -3, que son grasas polisaturadas, con poder de protegernos del riesgo de problemas cardiovasculares, y de reducir los niveles de colesterol y de trigliserios en la sangre.
También es fuente de otros nutrientes importantes, como yodo; impresindible para el metabolismo, fósforo para el sistema nervioso y formación de los huesos, Selenio; potente antioxidante e importante para el funcionamiento de la tiroides, vitamina A y vitamina D, esenciales para el crecimiento.
Estudios de la Universidad Católica de Roma, en Italia indican, que una de las formas más efectivas y rápidas para detener el crecimiento de los pólipos y frenar el cáncer del colon, es consumiendo mucho pescado.
El pescado es un sorprendente alimento terapéutico, y preventivo. Interviene en el proceso de la enfermedad cardíaca, previniendo la muerte por enfermedad cardíaca; se ha demostrado que una onza diaria, disminuye el riesgo de los ataques cardíacos en un 50%.
El aceite de pescado puede aliviar los síntomas de la artritis reumatoidea, la osteoartritis, el asma, la psoariasis, la hipertensión, la enfermedad de Raynaud, la jaqueca y la colitis ulcerativa.
Es un agente anti inflamatorio y anti cuagulante. Eleva el colesterol bueno del tipo LAD, disminuye los triglicerios.